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Sensation "Museo Viviente con personajes Disney en la UAM" -Análisis del Proyecto

Sensation "Museo Viviente con personajes Disney en la UAM" -Análisis del Proyecto

             La idea acerca del tema a tratar en nuestro “Sensation” surgió en una de las clases que nos dio Ángeles para trabajar en grupo. No sólo pretendíamos crear una experiencia plástica que llamara la atención por lo variopinto, sino que nos propusimos algo más. Siguiendo las ideas de María Acaso hemos intentado recoger las reacciones de nuestro propio entorno universitario, la Universidad Autónoma de Madrid, frente a una experiencia plástica: “un museo viviente con personajes de animación de Disney”. En concreto con: Mr. y Mss. Increíble, La Bella Durmiente y el Príncipe Azul, y Blancanieves junto con la Bruja Malvada. Para ello hemos contado con la inestimable ayuda de Jorge León, que nos ayudó con la grabación para que todos los demás pudiéramos participar en la creación plástica.

 

Nuestro interés va encaminado hacia dos respuestas sociológicas diferentes:

 

  1. Reacción ante la sensación de estar en un museo que contiene estas figuras vivientes.

 

  1. Reacción ante estas figuras en movimiento.

 

Y tenemos que decir que ambas han sido muy diferentes. En general, la gente se ha interesado más por nuestra actitud en movimiento mientras nos desplazábamos dentro de los edificios o por los caminos del Campus que en los momentos en que posábamos dentro de las Facultades o Rectorado.

 

Entre las reacciones destacamos:

 

  • Esto sólo pasa aquí...
  • ¿Esto para qué es?
  • ¡Pero qué fenómenos sois!
  • ¡Andá, si son los Increíbles! ¡Y cenicienta y la bruja!
  • ¡Viva los novios!
  • ¡Bravo!
  • Fotografías y grabaciones en vídeo
  • Si os hubiérais quedado más hubiérais grabado algo bueno....por lo que íbamos a hacer..

o       ¡Cómo molan!

o       ¿Pero qué se creen?

o       Esto... ¿qué?

o       Estos domingueros...

o       ¿Una despedida de solteros, no?

o       Es una locura

o       Esto es de magisterio, seguro

o       ¡Madre mía!

o       ¡Por Dios!

o       Me parece genial

o       ¿Qué pueden ser?

o       ¿Qué es esto?

o       Estoy borracha…

 

 

Respecto al estudio de la opción 1, decir que lo hemos subdividido en ramas de interés:

Por un lado, cómo reaccionan los estudiantes. Pero no en general sino atendiendo a unos prejuicios que nosotros mismos tenemos sobre cómo es la gente que estudia en cada una de las facultades de la UAM. Y por otro, los profesores y personal contratado. De ahí que esperásemos respuestas muy diversas, e incluso que nos han sorprendido a nosotros mismos sobre el fenómeno del museo viviente de animación Disney.

La grabación ha tenido lugar el miércoles 13 de Enero de 2010, día lectivo, a lo largo de la mañana.

 

Así pues, en cuanto a los estudiantes, hemos visitado con nuestra “exposición itinerante”, y según el orden del vídeo:

-Facultad de Profesorado y Educación

-Facultad de Económicas

-Facultad de Ciencias

-Facultad de Derecho

-Facultad de Psicología

 

Y como muestra del profesorado y personal contratado por la Facultad, el espectro recogido se corresponde con el edificio del Rectorado.

 

Partamos ahora de nuestros prejuicios:

 

Hemos de reconocer que no es correcto juzgar a la gente por su forma de ser, de vestir, su nivel económico, sus estudios etc, pero la sociedad de hoy en día inevitablemente otorga una serie de etiquetas a las personas que responden a unos ciertos estereotipos. Por este motivo hemos pretendido con esta original experiencia, comprobar cómo de acertadas son, o mejor dicho eran, dichas etiquetas.

 

Prejuicio 1: En la Facultad de Profesorado las personas están acostumbradas a situaciones de este tipo, y pasaremos desapercibidos.

Efectivamente, comentarios del tipo: “Esto sólo ocurre en Magisterio” corroboraron nuestra opinión. Aunque nos pusimos frente a la Biblioteca de Educación, y más tarde frente a la puerta general de la Facultad, los comentarios fueron pocos.

 

Prejuicio 2: En la Facultad de Económicas nos encontraremos con personas acostumbradas a una actualización diaria de las noticias (aunque sea del tipo tener financiero), con lo que la escena les sorprenderá lo justo, pero sin llegar a ser un gran evento.

 

Efectivamente así fue, y de hecho, dentro de sus mentes deductivas dieron por sentado que seríamos de Magisterio y que se trataba de algún trabajo.

 

Prejuicio 3: En la Facultad de Ciencias, como los alumnos son matemáticos, acostumbrados a tener un entorno conocido, empíricamente estudiado y del cual pueden obtener respuesta con diversas fórmulas, nuestro museo “descolocará” su entorno.

Y los hechos lo confirmaron. Cuando llegaban a la zona del museo frenaban por la sorpresa, y en general con una sonrisa seguían su camino atravesando el escenario. Y aunque acertaron con el hecho de saber que era un trabajo, no faltaron comentarios  descalificadores en lo que a estudios se refiere, tales como: “Seguro que es para un trabajo de final de carrera” o “¡Qué fuerte!” con un tono despectivo.

 

Prejuicio 4: En la Facultad de Derecho, con alumnos de corte tradicional y estatus económico saneado, nuestro museo provocará un impacto negativo.

Nuestra sorpresa fue ver que aunque sí les desconcertó, no fue negativo, sino que tomó un matiz de “agradable desconcierto”. Según dijeron algunos de estos alumnos:“Al estar continuamente estudiando cosas teóricas siempre gusta el que nos sorprendan con este tipo de eventos”

 

Prejuicio 5: En la Facultad de Psicología los alumnos estudian los comportamientos humanos desde diversos puntos de vista (cognitivo, conductual, etc.). Así pues, ellos entenderán que es una investigación sociológica, que es una experiencia plástica, y que tiene interés desde el punto de vista educativo.

Y efectivamente, en plena entrada interior de la facultad, los alumnos actuaban realmente como si estuviesen viendo nuestra intención: un museo. Si se acercaban era para tomar fotografías o por saber el motivo de la exposición (algo que cuadraba con nuestras expectativas). Teníamos por fin personas que buscan  el sentido y la respuesta a nuestra puesta en escena.

 

Prejuicio 6: El Rectorado, edificio lleno de adultos verdaderamente adultos, ocupados con muchas preocupaciones propias de la edad y del lugar. Zona de reunión de los catedráticos y personal más culto de todos los niveles educativos. Aquí nuestro museo será rechazado de plano porque “no es serio”, e incluso llamarán a Seguridad.

La sorpresa es que reaccionaron como verdaderos niños, intentando buscar en nosotros la conexión con sus recuerdos de infancia. Aunque hubo alguno que llamó a Seguridad para conocer la respuesta al porqué estábamos allí (como si el personal de Seguridad tuviera la certeza de todo lo que acontece en el campus), y si éramos parte de una manifestación o un boicot a un acto que tenían preparado (y que nosotros desconocíamos de pleno.

Finalmente, todo les quedó bien explicado.

 

Respecto a las reacciones de los estudiantes y profesores frente a la experiencia plástica estática (museo viviente) recogidas por facultades, han sido incluídas en el vídeo mediante audio, imagen y texto subtitulado.

 

CONCLUSIÓN:

            Aunque parte de nuestros prejuicios frente a la existencia de estereotipos de estudiantes universitarios clasificados según los estudios que realizan y personal docente que encontraríamos en la UAM se han visto reforzados, otros nos han sorprendido. De ahí que, como futuros docentes, habremos de utilizar la experiencia de nuestro estudio para no cometer el error de encasillar a nuestros alumnos y su sensibilidad artística, sino dejar que las vivencias fluyan permitiendo la expresión libre de ellos, frente a nuestra capacidad de dejarnos sorprender por el posible talento oculto de todos y cada uno de estos alumnos.

            En lo que respecta a los profesores, que más adelante serán “colegas” de profesión, hemos de decir que no se mostraron tan rígidos como señalaban nuestros prejuicios, sino más bien encantados, aunque sin entender muy bien qué estaba sucediendo. Esto nos lleva a pensar que habrá compañeros docentes con los que podamos trabajar propuestas arriesgadas en el marco de las artes plásticas del siglo XXI, mientras que otros necesitarán más tiempo para entender que lo que sucede a su alrededor no es un atentado, sino arte. “Sensation”, pero arte.

            Por nuestra parte, como grupo, destacar que la compenetración entre los miembros ha sido decisiva, igual que la difícil disposición de tiempo. Todos quedamos encantados con el trabajo realizado, y sorprendidos gratamente con los resultados obtenidos. Por eso, no nos vemos con “miedo” de intentar llevar este tipo de proyectos a nuestros futuros centros de trabajo. Porque como dice María Acaso en su libro, “La educación artística no son manualidades”, y  nosotros mismos podemos ser educación artística.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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